Las fronteras se estudian como dinámicas, relaciones y procesos en las ciencias humanas: antropología, ciencias políticas, geografía, relaciones internacionales, sociología.
Su dimensión simbólica la extiende a nociones de identidad, diferencia, aproximaciones y separaciones culturales y lingüísticas entre pueblos y Estados.
En la academia, la Triple Frontera Argentina-Brasil-Paraguay recibe atención de la antropología en temas de pueblos originarios y dinámicas culturales contemporáneas.
En las relaciones internacionales aparecen aspectos de seguridad y comercio. Hay estudios urbanos, agrarios, ambientales y sociales que destacan la especificidad fronteriza e internacional de la región.
Históricamente, los estados y el poder público han visto las fronteras como espacios de disputa, conquista y consolidación del territorio nacional, con la colonización y la defensa manteniendo límites establecidos y soberanía estatal.
Hoy, en fronteras más pobladas como la Triple Frontera, la gestión del territorio tiene la atención del poder público: control de flujos de personas y mercancías (legales e ilegales), seguridad, salud y educación, con peculiaridades de región internacional.
Aquí en la Triple Frontera, la definición de límites está en la cotidianidad: en los hitos de las tres fronteras de Argentina y Brasil, 1903 aparece en las placas de identificación; el lago de Itaipú resolvió un ime sobre las fronteras Brasil-Paraguay. Seguridad, salud y educación, ya en un paradigma de cooperación, pueden sufrir retrocesos como en la pandemia, en la que prevaleció la separación sobre la integración.
Los que viven en las fronteras no son, normalmente, los que definen las fronteras nacionales y la minoría participa en su gestión. Sin embargo, son quienes dan vida a las dinámicas fronterizas. Incluso en esas áreas escasamente pobladas o despobladas, hay flujos migratorios, tema importante en la actualidad.
Guerras, comercio y la ilegalidad que ocurre en la “zona gris” de la intersección de jurisdicciones nacionales en la frontera también son dinámicas importantes para las diferentes sociedades.
En una frontera como la nuestra, esto es evidente: considerando las fronteras como una zona de aproximación y o con una característica internacional local y global, la Triple Frontera presenta dinámicas y demandas propias de una región particular que se suman a las de cada uno de sus Estados.
Una realidad compleja que merece la atención de la academia, el poder público y la sociedad, componentes de un mismo tejido de dinámicas fronterizas.