Durante este mes se realizan diversas campañas en torno a la prevención y diagnóstico del cáncer de mama, tan común en las mujeres. Y, además de la importancia de realizarse un autoexamen, cuidar la mente es igual esencial, pues muchas enfermedades son gatilladas por traumas y emociones.

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La terapeuta, Dra. Monique Pedrosa, explica que recibe muchos pacientes con cáncer y todos llegan a ella con daño emocional, pues recibir un diagnóstico de cáncer es como si recibieran una sentencia de muerte.

“Acojo a esos pacientes y comienzo el tratamiento por medio de una limpieza del terreno biológico, es decir, retirando de sus dietas alimentos que ayudan a alimentar el cáncer, como la leche, el gluten y el azúcar, que se realiza a través de un examen llamado bioresonancia y prescribo una dieta genéticamente compatible con el paciente. La segunda etapa es tratar el campo emocional, por medio del MPC que busca cicatrices e identifica traumas, pues muchas de las enfermedades, incluyendo el cáncer, son gatilladas por traumas del pasado, principalmente en la infancia”, explica.

Según la Dra., guardar heridas, rencor y sentir rabia contra otras personas contribuye al desarrollo de enfermedades. Además, los daños causados por los padres, principalmente, contribuyen a desarrollar estas enfermedades.

“Por medio de técnicas, logro identificar cuáles son esos traumas y resignificarlos, haciendo que el paciente tenga una mejoría significativa. Hay casos en los que los pacientes se curan del cáncer, a partir de ese momento de resignificación, asociada a la dieta”, destaca Monique.

Este tratamiento también ayuda a los pacientes que están en proceso de quimioterapia, ayudando en el aumento de la inmunidad y también a aliviar los dolores.

“Recibir un diagnóstico de cáncer siempre es muy difícil, pero siempre les digo a mis pacientes que tengan fe, fe en Dios, en ellos mismos y en el tratamiento, que trabajen su mente para curarse, de lo contrario la persona pensará negativamente y se entregará a la enfermedad. Nuestra mente tiene poder, todo lo que pensamos, lo atraemos, por eso es tan importante la terapia para tratar los traumas y también para perdonar, pues situaciones mal resueltas o que quedamos pensando por mucho tiempo pueden llevar a acumular sentimientos negativos que no podemos desechar y con el paso del tiempo pueden ocasionar una enfermedad grave. Así que, aquellos que están pasando por un tratamiento de cáncer y se sienten desanimados, enfatizo que no pierdan la esperanza y mantengan la mente tranquila, porque todo va a salir bien. Mientras haya vida, hay esperanza”, concluye.

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