La Triple Frontera posee tres aeropuertos, uno en cada país, dentro de un radio de menos de cincuenta kilómetros. Quizás sea un caso único en el mundo. Con las investigaciones realizadas por el grupo Triple Frontera y Relaciones Internacionales (GTF/UNILA), hasta ahora no hemos encontrado ningún caso similar. Pero, ¿de dónde vienen los vuelos desde estos aeropuertos y hacia dónde van?
Hasta principios de 2020, Foz de Iguazú había programado vuelos a algunas capitales brasileñas (Porto Alegre, Curitiba, São Paulo, Río de Janeiro y Brasilia) y a Campinas y Ponta Grossa. Los aviones también partieron y llegaron desde Perú, Bolivia y Chile. Desde el aeropuerto de Ciudad del Este, ubicado en Minga Guazú, solo hay vuelos regulares de pasajeros a la capital, Asunción y viceversa. Los destinos y orígenes de los vuelos de Puerto Iguazú fueron las principales ciudades de Argentina: Salta, Mendoza, Córdoba, Rosario y Buenos Aires, además de Montevideo y Madrid que es el único vuelo directo fuera del continente desde la Triple Frontera.
Lo que se puede ver en estos orígenes y destinos es que en Paraguay la preocupación es la conexión con la capital nacional, mientras que en Brasil las rutas se dirigen al interior del país y a algunos países sudamericanos. Del lado argentino, predominan las rutas nacionales, con excepción de Montevideo y Madrid. Éstas son rutas complementarias, ya que cada aeropuerto se comunica con una región geográfica distinta. Sin embargo, no hay conexiones entre estos aeropuertos, como una línea regular de autobuses que facilite el entre ellos, un elemento común entre los aeropuertos nacionales que están cerca unos de otros, como los de São Paulo y París, por ejemplo.
En este periodo de pandemia, se han suspendido muchos vuelos y las dificultades económicas han provocado que las personas y las instituciones se reinventen. La fase de retorno del movimiento turístico sería una oportunidad para avanzar en la conexión entre los aeropuertos. El turista y la Triple Frontera tendrían mucho que ganar.